Asamblea Nacional aprueba Ley que declara el Día de la Madre, Feriado Nacional

Con votación unánime, la Asamblea Nacional aprobó este 18 de mayo, la Ley que declara el Día de la Madre, Feriado Nacional, con el fin de resaltar el aporte que día a día las madres entregan a la familia, a la comunidad y a la sociedad.

Con esta Ley, remitida por el Presidente de la Asamblea Nacional, doctor Gustavo Porras, se reconoce a las mujeres y madres nicaragüenses su presencia y contribución en todas las actividades económicas y sociales, considerando que no solo atienden a la familia, sino también están inmersas en labores de producción, comercio,  prestación de servicios en la salud, la educación y como funcionarias públicas.

Durante la discusión sobre el tema, la diputada Irma Dávila destacó la importancia de declarar el 30 de mayo Feriado Nacional en honor a las heroicas madres nicaragüense y en esta fecha que se celebra el Natalicio del General de Hombres y Mujeres Libres Augusto C. Sandino y en honor a nuestra Heroína Nacional Blanca Aráuz de Sandino quien el 25 mayo se recuerda su Natalicio.

La aprobación de esta Ley se realizó durante la Sesión Especial dedicada al 127 Aniversario del Natalicio del General Sandino, razón por la cual, la diputada Dávila hizo énfasis en los escritos que el Héroe Nacional dedicó a las mujeres nicaragüenses dedicada a la lucha libertaria. Asimismo destacó la lucha de nuestra heroína Blanca Aráuz al lado de su esposo el General Sandino, y falleció cuando en un parto complicado dio a luz a su hija Blanquita Segovia.

El diputado Carlos Emilio López destacó el reconocimiento que se le hace a las madres nicaragüenses que están activas con su participación en el modelo de economía que impulsa nuestro Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional en el sector productivo, en el comercio, la industria contribuyendo a la reducción de la pobreza y por ende al crecimiento económico del país.

Expresó que las madres nicaragüenses ocupan un lugar primordial en el ámbito de la familia, no solamente dando la vida, sino también educando a sus hijos e hijas, nietos y nietas, además como formadoras de valores y de principios en el seno familiar.